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jueves, 25 de junio de 2015

"The Martian" - (2014) - (Andy Weir) El marciano (título original en inglés The Martian) es la novela debut del escritor estadounidense Andy Weir. Fue originalmente autopublicada en 2011, tras lo cual Crown Publishing adquirió los derechos reeditándola en 2014. Novela de ciencia ficción, la historia sigue a un astronauta estadounidense, Mark Watney, que queda varado solo en Marte, debiendo improvisar con el fin de sobrevivir. Se ha descrito como un mezcla entre Apolo 13 y Náufrago. Su adaptación cinematográfica, The Martian, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Matt Damon, será estrenada el 25 de noviembre 2015.

"The Martian" - (2014) - (Andy Weir)
El marciano (título original en inglés The Martian) es la novela debut del escritor estadounidense Andy Weir. Fue originalmente autopublicada en 2011, tras lo cual Crown Publishing adquirió los derechos reeditándola en 2014. Novela de ciencia ficción, la historia sigue a un astronauta estadounidense, Mark Watney, que queda varado solo en Marte, debiendo improvisar con el fin de sobrevivir. Se ha descrito como un mezcla entre Apolo 13 y Náufrago. Su adaptación cinematográfica, The Martian, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Matt Damon, será estrenada el 25 de noviembre 2015.

martes, 16 de junio de 2015

"Tumba de Matthew Stanford Robison"

La peor pesadilla de cualquier padre es tener que enterrar a un hijo. Pero para el pequeño Mathew Stanford Robinson y su padre, esta experiencia probaría ser una lección de esperanza para el resto del mundo.

Durante el nacimiento de Mathew sucedió una horrible tragedia: Después de no respirar durante unos minutos, su pequeño cuerpo estuvo privado de oxígeno por demasiado tiempo. Esto resultó en daño cerebral y dejó a Mathew ciego y paralizado. Los médicos pensaron que no sobreviviría las horas siguientes. Pero estaban equivocados, Mathew logró pasar esas horas y muchas más…

A pesar de su discapacidad, Mathew tuvo una infancia increíble. Le encantaba reír, amaba los animales y la naturaleza, y lo que más disfrutaba era ir a la escuela en donde hizo muchos amigos. A todos les fascinaba su actitud curiosa y despreocupada. Su familia siempre se sintió agradecida por cada minuto que lo tuvieron, pero, a pesar de todos los buenos momentos, pasó lo inevitable: justo antes de su cumpleaños número once llegó el momento de Mathew de despedirse de este mundo y se fue en paz mientras dormía. Para su familia esto significaba decir adiós y más de 100 personas los acompañaron en el doloroso camino al funeral de Mathew. En cuanto al diseño de la lápida, su padre tenía en mente algo muy especial.

Él no quería que la lápida de su hijo fuera un lugar de sufrimiento, sino que deseaba que reflejara el sentimiento de esperanza y renovación. Mandó a hacer una escultura en donde su hijo se levantaba de la silla de ruedas para alcanzar el cielo. Su pasado doloroso ya no lo detiene, está en un lugar donde es libre, donde no tiene que cargar con todo ese peso terrenal. Sus padres ven el tiempo que Mathew pasó con ellos como un regalo, porque recibieron mucho más de lo que esperaban obtener. Por esto su gratitud es mucho más grande que cualquier tristeza que puedan sentir.

jueves, 11 de junio de 2015

¿El primer beso?
Fue asqueroso.
Maripaz tenía algo entre los dientes, creo que pizza,
y su lengua era como un pez flotando en el rio boca arriba.

Pero hubo muchas veces más veces la primera.
Otras bocas con pez o con lombrices o una taladradora.
Besos a oscuras tontos como una peli de Meg Ryan.
Besos sucios de tapia y besos del revés. Como el de Spiderman.
Besos tijera y destornillador y besos  de tren con su pañuelo blanco y todo.

Y tantas Maripaces.

Diosito, basta ya.

Pero Diosito estaba en las Malvinas, o en Bosnía; o en Kabul.
Mucho papeleo.
“Aunque estás en la lista de espera”, me dijo.
No personalmente, claro.

Y un día mis sueños se hicieron realidad.
Y apareciste tú. Toda gorda y reluciente.
Animala.
Medaiguala, porquesí, turbadoramente segura de ti misma.

“Gracias Diosito”

Y ahora resulta que siempre te duele la cabeza o ya es muy tarde o estás echa polvo o o o, un rayo de sol, o o o.
Y ahora resulta que había siete folios de letra pequeña.
Y ahora resulta que tiraste la llave.
Que me has puesto un chip de esos de perros.
Por si me pierdo.
Y ahora resulta que, he aprendido a separar la ropa blanca de color.
A usar cubiertos en la mesa.
A morderme los labios.
A comerme las uñas.
A hacer cuarenta largos de pasillo, por tal de que no, por tal de que no.
En vez de un martillo.
Y ahora resulta que te quiero. Que te quiero. Que te quiero.

Diosito, baja.

Pero yo, te quito dinero del bolso.
Voy al mar. Y vuelvo. En sólo diez segundos.
Y no te das ni cuenta. Ja ja ja.
Bajo a la nevera en mitad de la noche (por eso nunca hay chocolate).
Y cuando sea mayor
-tú, que siempre me dices que crezca-,
quiero ser poeta y clavarte en la espalda mis versos de mierda.

"Mujer con vestido amarillo" - (1899) - (Max Kurzweill)